Autodidacta, he estudiado la técnica de la acuarela a través de libros, fascículos, videos y asistiendo a jornadas formativas impartidas por maestros de la técnica. Desde hace varios años formo parte de la asociación de acuarelistas de Andalucía, perteneciendo a su vocalía de Málaga «Acuamalaga».

Los motivos de mis pinturas están influenciados por mi infancia en Zafarraya, lo que hace que sean comunes paisajes campestres, ríos, así como escenas rurales y por supuesto marinas derivadas del contacto directo con el mar, amaneceres, atardeceres, barcas, puertos y todo lo que a mar se refiera.
Siempre atento a captar esos momentos efímeros que nos ofrece la naturaleza, esa luz, esos contrastes… intentando conjuntar ese extraño baile que se da entre agua y pigmento en la acuarela.

Para mí, la acurela es una terapia, es un desconectar de todo, para entrar en ese mundo donde el tiempo pasa a otro ritmo, para centrarte en algo que llena y satisface, debe ser eso que te ocurre cuando te entregas a algo que te gusta…

En interminable aprendizaje, pero disfrutando siempre en el camino y muy contento por los pasos dados.